19/12/12

La delicadeza


- Título original: La délicatesse

- Dirección: David Foenkinos & Stéphane Foenkinos
- Guión: David Foenkinos (basado en su propia novela homónima)

- Reparto: Audrey Tautou, François Damiens, Bruno Todeschini,
   Pio Marmaï, Mélanie Bernier, Joséphine de Meaux, Monique
   Chaumette, Marc Citti, Audrey Fleurot, Alexandre Pavloff

- Duración: 109min
- País: Francia
- Año: 2011

- Te gustará si lo hizo... El mismo amor, la misma lluvia (1999)

- Valoración:


Nathalie (Audrey Tautou) vive una vida plena unida a François (Pio Marmaï), su pareja, de quien está enormemente enamorada y recientemente casada, hasta que, de modo trágico y repentino, él fallece atropellado en un accidente. Su existencia se desploma y, tras una etapa de dolor insoportable, Nathalie decide centrarse exclusivamente en su trabajo, incapaz, incluso con el paso del tiempo, de reconstruir una vida social y superar su duelo, sobre todo psicológico, y dando la espalda totalmente a cualquier atisbo de una nueva relación sentimental, a pesar de los intentos desesperados de su jefe (Bruno Todeschini). Hasta que un buen día, aparece Markus (François Damiens) en su despacho. Un compañero de trabajo sueco que no destaca precisamente por su atractivo físico ni por nada en especial, al que Nathalie decide porque sí plantarle un beso de forma improvisa. A partir de ese surrealista instante, la rutina de sus días comenzará a cambiar.

La delicadeza comienza con un tono un tanto pueril y básico, tirando de topicazos ñoños que pretenden ser inesperados y que, realmente, empalagan un poco. Por otro lado, el relato de la tragedia que azota a Nathalie de repente, es decir, la muerte de su marido, y que supone el giro fundamental del guión en primera instancia, es algo demasiado letal y súbito como para ni siquiera ser narrado en la película, pecando, así, de una flagrante falta de profundidad en sus primeros compases. Posteriormente, sí plantean bien, en cambio, los hermanos Foenkinos, en ésta su ópera prima cinematográfica, la sensación en Nathalie de que la vida se ha detenido por voluntad ajena, el dolor hermético, lo insoportable de un hecho tan desgraciado unido a lo igual de insoportable que resulta continuar mirando hacia adelante cuando no se sabe cómo ni porqué hacerlo.

En su parte central, La delicadeza adquiere un cierto peso aderezado por unos cambios de ritmo y giros guionísticos repentinos y curiosos que no están del todo mal y que, incluso, resultan simpáticos a partir de la irrupción espontánea de Markus. Una aparición revitalizadora, tanto en la historia del film, como en la vida de la protagonista. Por otro lado, la tensión, la inseguridad, la ilusión, el nerviosismo, la incomodidad, el qué dirán... son sólo algunos de los sentimientos que los directores consiguen expresar acertadamente, con la inestimable e indispensable ayuda de una Audrey Tautou, sin la cual la cinta perdería todo el encanto, dulzura y magnetismo que posee, ya que nadie como ella sabe transmitir, sin hacer aparentemente nada de especial, todos estos atributos. Como dice Markus en una escena de la cinta: pasear con ella es "como si Liechtenstein pasease con los Estados Unidos".

A pesar de algunos nuevos ramalazos cursis y pastelosos, que son maquillados y digeridos gracias a la evolución de la historia, y ser un poco irregular, La delicadeza es una película divertida y dulce, que retrata con pulso y atino los entresijos que esconde y encierra el amor, un film que cuenta con grandes dosis de ingeniosidad, lleno de pureza, ternura y eso, delicadeza.


                                                     Tráiler (subtitulado en castellano)

2 comentarios:

  1. Un libro maravilloso y una adaptación pésima. Aunque la verdad es que era muy difícil de adaptar, ya que el libro es muy intimista. Saludos.

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  2. No hemos leído el libro, pero es paradójico que siendo el propio escritor el director de la película, el resultado sea tan inferior como dices. Gracias por el apunte. ¡Un saludo Juan!

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