16/3/13

Corre Lola, corre

- Título original: Lola rennt
- Dirección: Tom Tykwer
- Guión: Tom Tykwer
- Reparto: Franka Potente, Moritz Bleibtreu, Herbert Knaup
   Nina Petri, Armin Rohde, Heino Ferch, Suzanne Von Borsody,
   Joachim Król, Ludger Pistor, Sebastian Schipper, Julia Lindig

- Duración: 72min
- País: Alemania
- Año: 1998

- Premios destacados:
  · BAFTA: nominada a mejor película de habla no inglesa
  · Sundance: Premio del público

- Te gustará si lo hizo... Dos vidas en un instante (1998)

- Valoración:

Manni (Moritz Bleibtreu) es un joven que realiza trapicheos para una organización mafiosa. En un intercambio recibe 100.000 marcos que debe entregar a su jefe a las doce en punto sino se verá damnificado. Lola (Franka Potente), su novia, no ha acudido a recogerle por lo que Manni ha tenido que coger el metro para llegar a su cita y en ese trayecto pierde la bolsa con el dinero, la cual va a parar a manos de un mendigo (Joachim Król). Manni, temeroso por su vida, llama a Lola desde una cabina y le dice que en veinte minutos atracará el supermercado de enfrente para conseguir la pasta y librarse así de las funestas consecuencias que le supondría no ejecutar la entrega. Por su parte, Lola le pide agónicamente que la espere donde está y que no haga nada hasta entonces. Para llegar a tiempo, se dirige corriendo sin parar desde su apartamento mientras piensa en cómo conseguir el dinero.

Tom Tykwer, actualmente en cartelera codirigiendo junto a los hermanos Wachowski El atlas de las nubes (2012), plasma, en este su segundo largometraje, un batiburrillo psicodélico y frenético que aborda una misma historia desde tres ópticas diferentes, con sus respectivas conclusiones diversas, en sendas carreras contra el reloj trepidantes, a través de las que aborda el concepto de la condición arbitraria pero causal del destino y sus variaciones radicalmente distintas según la distribución, orden y duración de los actos de una sola persona, Lola, y las circunstancias y casualidades aleatorias que ésta se va encontrando en su trayecto. Esta construcción del film es muy interesante y está puesta en escena con un ritmo feroz, imparable, vertiginoso, casi agobiante, sin embargo, su estética 'posmoderna-guay' peca de histriónica y pretenciosa. Tykwer se atreve, incluso, a mezclar animación (siempre el mismo suceso de Lola bajando las escaleras de su casa) con la parte real de los hechos, algo que no tiene demasiado sentido pero que encaja en esas maneras 'pop' autocomplacientes y presuntamente creativas a más no poder. Todo ello acompañado de una música electrónica techno, noventera, acelerada que puede servir como metáfora de lo que es, en suma, este film: una cinta cargada de adrenalina y acompasada por un martilleo sensorial hipnótico, como en una de estas canciones, pero igual de vacía y carente de un sentido enjundioso.

Despojada de su capota resultona, es superficial, plana y, en ocasiones, presenta excesivas estridencias y chirridos, de las que el pelo rojo metálico intenso de Lola, que parece copiado del de Milla Jovovich en El quinto elemento (1997), y sus insoportables y tremendos gritos, son sólo una pequeña porción. Por otro lado, los encuentros casuales si resultan 'Frankamente Potentes' (chiste fácil), ya que mezclan múltiples y fugaces instántaneas de las vidas futuras de todos aquellos (que son siempre los mismos) con los que Lola se cruza en su carrera contra el tiempo a través de la ciudad de Berlín y van variando según el desarrollo particular de cada una de las tres vertientes del film, aunque están escasamente exprimidos. Es asimismo destacable la presencia de la muerte, su promiscuidad y su mutación al ir pasando de unos personajes a otros según los pasos de Lola y las situaciones generadas sean de una manera o de otra en cada uno de los tres segmentos en los que se divide el film.

Corre Lola, corre son tres cortos que unidos constituyen un largo, tres posibles finales para un mismo hecho, narrados con velocidad caótica, delirante y ascendente, captando al espectador aunque también acorralándolo. Pese a su actitud altanera y su estética chocante e impactante, la película no resulta compacta ni redonda y deja ver a leguas su cáracter primerizo. Es cierto que su llamativo envoltorio supone un reclamo actractivo pero por dentro se desconcha como una pintura chillona en una pared vieja. Un ejercicio de narración sin mayor propósito, mensaje u objetivo que el onanístico ensimismamiento en su propia creación experimental, erigida por medio de un efecto mariposa muy acotado temporalmente y sumamente vertiginoso que resulta tan efervescente como la gaseosa, tan irreverente como irrelevante y que intenta aparentar ser transgesor cuando se queda simplemente en excéntrico y vistoso.

Muy aclamada y éxito rotundo en su país de origen, Alemania, a pesar de ser una cinta independiente; Corre Lola, corre tiene vestigios e intenciones, a primera vista, de película de culto pero, analizada fríamente, tiende más bien a ser pobre de profundidad y de matices y sólo logra maquillar su superficialidad con su acelerado y catatónico ritmo, su destacable gran manejo de la cámara y su ya mencionada resultona, colorida y sensorial estética, por lo que esa etiqueta le queda más que grande. En conclusión, un 'entretenidillo' intento con pretensiones rompedoras cuyos mayores activos son su originalidad, su frescura, su celeridad y su supuesta modernez.


                                                   Tráiler

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