- Dirección: Luis Buñuel
- Guión: Luis Buñuel
- Narración: Abel Jacquin (sonorizada en 1935 en francés)
Resonorizada en castellano en 1996 con la voz de Paco Rabal
- Duración: 28min
- País: España
- Año: 1933
- Te gustará si lo hizo... Los olvidados (1950)
- Valoración:
Luis Buñuel, maestro de maestros, vanguardia del cine de este país, rodó este documental en los dos meses de 1932 que pasó conviviendo con las gentes de Las Hurdes, comarca actual de Cáceres que limita al norte con la provincia de Salamanca. Esta comarca, que se pierde entre múltiples montes y valles, y de la que dice Buñuel en la cinta que hasta 1922 muchos no conocían ni siquiera su existencia, era, por entonces, un territorio hostil, infértil, tremendamente pobre y aislado en el que sus habitantes se las arreglaban a duras penas para sobrevivir combatiendo contra la dureza del medio y las múltiples enfermedades causadas por el hambre, la escasez de agua y el incesto. Enfermedades tales como el paludismo y el raquitismo afectaban a gran parte de sus gentes y Buñuel así las hace reflejar, de un modo crudo y demoledor, alejándose aquí del surrealismo más ortodoxo y ofreciéndo un punto de vista más social y aséptico, dentro de la asepsia que un genio como Buñuel, que jamás se posicionó en la medianía, puede llegar a mostrar.
Pocas documentales españoles tienen tanta historia como Las Hurdes, tierra sin pan y pocos crearon tanta polémica en su época como éste. El gobierno de la Segunda República española censuró la cinta y decidió prohibirla por la mala y denigrante imagen que podía ofrecer de España. Buñuel, de forma magistral, había puesto el espejo en los hombres y mujeres de una región asolada por el olvido y teñida de hambre y muerte, de una zona de España desconocida dónde parecía que la vida se había detenido siglos atrás. En 1937, el documental fue proyectado también en Francia y, a los pocos días de su estreno, el gobierno francés decidió, asimismo, retirarlo. Por otro lado, Ramón Acín, un artista anarquista, había prometido a Luis Buñuel que financiaría su film sobre las Hurdes si le tocaba la lotería. Le tocó y cumplió con su palabra. En agosto de 1936 fue fusilado por falangistas en Huesca.
La cámara y la visión de Buñuel, siempre subjetiva, nos ofrece una mirada descorazonadora, la imagen de niños enfermos, de bebés muertos, de tradiciones arraigadas en el pasado, de una idiosincrasia y una condición humana limitadas, miserables y terribles. Es sabido que Luis Buñuel manipuló algunas de las escenas, menores en el relato narrativo del documental, sin embargo, nada de todo ello puede deslucir ni arrebatar la fuerza casi primitiva de lucha y supervivencia que arroja la película a lo largo de su escasa media hora de metraje.
Las Hurdes, tierra sin pan es un referente histórico, artístico y estético; una antigüedad de nuestro cine con un altísmo valor, una de las grandes joyas de la cinematografía clásica española, un ancestro admirado por todo aquel documentalista que se precie. Buñuel, siempre comprometido y fiel al gobierno republicano tras el estallido de la Guerra Civil, pretendía atraer la atención de las autoridades y del público en general a esta comarca dejada de la mano de Dios y olvidada por todos y así lo dejó escrito en la nota final que acompañaba al documental: "La miseria que esta película acaba de enseñarles no es una miseria sin remedio. Ya en otras regiones de España montañeros, campesinos y obreros consiguieron mejorar sus condiciones de vida agrupándose, ayudándose mutuamente, reivindicando a los Poderes Públicos. Esta corriente que llevó al Pueblo hacia una vida mejor orientó las últimas elecciones y dio nacimiento a un gobierno de Frente Popular. La rebelión de los generales ayudados por Hitler y Mussolini pretende restablecer los privilegios de los grandes propietarios en las tierras de los campesinos, pero Obreros y Campesinos de España vencerán a Franco y sus cómplices. Con la ayuda de los antifascistas del mundo entero, la calma, el trabajo, la felicidad, sustituirán a la guerra civil y harán desaparecer para siempre los hogares de miseria que os ha mostrado esta película."
Las Hurdes, tierra sin pan es un referente histórico, artístico y estético; una antigüedad de nuestro cine con un altísmo valor, una de las grandes joyas de la cinematografía clásica española, un ancestro admirado por todo aquel documentalista que se precie. Buñuel, siempre comprometido y fiel al gobierno republicano tras el estallido de la Guerra Civil, pretendía atraer la atención de las autoridades y del público en general a esta comarca dejada de la mano de Dios y olvidada por todos y así lo dejó escrito en la nota final que acompañaba al documental: "La miseria que esta película acaba de enseñarles no es una miseria sin remedio. Ya en otras regiones de España montañeros, campesinos y obreros consiguieron mejorar sus condiciones de vida agrupándose, ayudándose mutuamente, reivindicando a los Poderes Públicos. Esta corriente que llevó al Pueblo hacia una vida mejor orientó las últimas elecciones y dio nacimiento a un gobierno de Frente Popular. La rebelión de los generales ayudados por Hitler y Mussolini pretende restablecer los privilegios de los grandes propietarios en las tierras de los campesinos, pero Obreros y Campesinos de España vencerán a Franco y sus cómplices. Con la ayuda de los antifascistas del mundo entero, la calma, el trabajo, la felicidad, sustituirán a la guerra civil y harán desaparecer para siempre los hogares de miseria que os ha mostrado esta película."
(Más de 60 después de su rodaje, en 1996, la Filmoteca Española realizó una nueva versión resonorizada y en español con la narración del actor Paco Rabal)
Las Hurdes, tierra sin pan (Documental íntegro en español)
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